A la hora de alquilar una vivienda, puedes considerar distintos tipos de contrato. La mayoría de los contratos de alquiler son periódicos, de duración determinada o de subarrendamiento. Es importante conocer las ventajas de cada uno de ellos antes de firmar en la línea de puntos.
Cada uno tiene sus pros y sus contras, dependiendo de su situación. Si te mudas a una ciudad nueva y buscas un piso de alquiler antes de comprarlo, es fundamental que sepas qué contrato te conviene más.
Diferentes tipos de arrendamiento
A continuación le ofrecemos una visión general de los distintos tipos de arrendamiento y de las circunstancias en las que puede recurrir a ellos.
Arrendamientos periódicos
A menudo conocido como contrato "mes a mes", el contrato periódico permite tanto al inquilino como al propietario rescindir el contrato en cualquier momento si lo notifican debidamente por escrito. Normalmente, el plazo de preaviso es de 15 a 30 días. El contrato se renueva automáticamente cada mes. Eso significa que el arrendador puede subir el alquiler en cualquier momento si cumple los requisitos de preaviso establecidos en el contrato.
Cuándo utilizarlo: Los contratos de alquiler periódicos funcionan bien si sabes que sólo necesitarás vivir en el piso durante un breve periodo de tiempo. Pero siempre debes ser consciente de que el propietario puede rescindir el contrato en cualquier momento.
Arrendamiento a plazo fijo
Es la forma más habitual de contrato de alquiler. Consiste en firmar un contrato de alquiler por el que te comprometes a pagar al propietario una cantidad fija al mes durante un periodo determinado. El alquiler se fija a un precio determinado. Normalmente, los contratos de alquiler duran un año, aunque algunos son tan cortos como seis meses. Si decides mudarte antes de que expire el plazo, es probable que tengas que buscar otro inquilino o pagar una cuota considerable.
Cuándo utilizarlo: El arrendamiento de duración determinada es perfecto si sabes cuánto tiempo quieres quedarte en un lugar. Todo es negociable en un plan de arrendamiento de duración determinada si tratas con un propietario particular, incluida la duración del arrendamiento, el importe y las condiciones en las que se puede poner fin al arrendamiento. En los pisos más grandes, propiedad de una empresa, es probable que tengas que elegir entre un menú de opciones preestablecidas en cuanto a duración del contrato y precio del alquiler.
Subarrendamiento
El subarriendo consiste en alquilar a otra persona la vivienda que usted ya tiene alquilada. Para ello se necesita el permiso del propietario. En algunos casos, puede que el propietario no intervenga en el subarriendo a un tercero, pero aun así debe dar el visto bueno a la operación. Aunque no intervenga directamente, la mayoría de los caseros exigen que se redacte un contrato de subarriendo legal entre el arrendatario original y el tercero que subarrienda.
Cuándo utilizarlo: El subarriendo es un asunto delicado. Por ejemplo, en la mayoría de los casos, el inquilino original sigue siendo responsable del pago del alquiler y de que la vivienda se mantenga en buenas condiciones. Cada vez son menos los propietarios que permiten un subarriendo. Pero puede ser útil si el inquilino original debe mudarse pero quiere conservar el piso o no romper un contrato de alquiler de duración determinada.
¿Qué pasa si rompe un contrato de alquiler?
Ninguna conversación sobre contratos de alquiler está completa sin mencionar esta cuestión, que es una de las más frecuentes que plantean los inquilinos. La respuesta es: depende. Lee atentamente el contrato antes de firmarlo. En él encontrarás información detallada sobre las penalizaciones si rompes un contrato de duración determinada antes de tiempo. Estas cantidades pueden variar mucho en función del arrendador.
Si las penalizaciones son elevadas y te preocupa la posibilidad de quedarte en el piso durante todo el plazo del contrato, plantéate un contrato periódico. Pasarse al mes a mes suele suponer pagar más en concepto de alquiler mensual, pero puede ahorrarte a largo plazo si crees que hay muchas posibilidades de que te mudes en el plazo de un año.
Sea cual sea el tipo de contrato que obtengas, asegúrate de leer detenidamente cada palabra para no llevarte sorpresas. Y recuerda que todo es negociable, así que intenta negociar el contrato que mejor se adapte a tus planes futuros.